Sabrina
Mensajes : 5 Fecha de inscripción : 14/06/2009
| Tema: Historia de Reand y Sabrina. Viaje a la Contratierra - Reand Dom Jul 12, 2009 8:32 pm | |
| Viaje a la Contratierra
*Reand*
Poco tiempo después de haber reencontrado a su padre, quien había abandonado a la familia varios años antes, Reand comenzó a reconstruir su amistad con él. Sin embargo no pasó mucho antes de que un terrible accidente, los separara nuevamente. Pero el poco tiempo que pudo pasar con su padre, luego de su retorno, se percató de inmediato que este, era otro. No era la persona que recordaba en los recodos de su memoria de la infancia. No era mejor o peor, tan sólo diferente, enigmático y muchas veces hasta lo pensaba loco, debido a las cosas con las que divagaba por momentos. Unas semanas luego del accidente, y aún dolido por su ahora, irreparable separación, decidió enfrentar sus propios fantasmas y entró en la habitación del viejo, para ordenar sus pertenencias. El viejo ropero de caoba, fue difícil de abrir, tenía una doble cerradura y nunca logró encontrar las llaves de estas. Pero al lograr un objeto acaparó su atención por completo, un viejo cofre, que al verlo hubiera podido jurar desplegó por un instante un ligero destello azul. Tomo el cofre entre sus manos para abrirlo, pero sencillamente le fue imposible, hasta que descubrió un sobre debajo de donde descansaba el cofre. Decía claramente: Para Reand mí querido hijo. Reand no espero ni un segundo en desgarrar el sobre ávido por conocer la información que contenía. La carta no decía mucho, sólo una nostálgica disculpa sin aclaración por la época en que su padre los había abandonado involuntariamente. Sin embargo la carta tenía un final por demás enigmático. Reand, cuida ese cofre, pero no intentes abrirlo, será en vano, hasta que tu destino devele su rostro, ella sabrá acompañarte a descubrirlo, porque su destino tiene el mismo horizonte, cuida de ella, porque sin ella, no encontrarás el norte. Reand se vio repleto de dudas, ¿Qué contenía el dichoso cofre? ¿Quién era ella? ¿Qué destino? Los días posteriores fueron un tormento, las preguntas no terminaban de agobiarlo, y por ende los temores y angustias. ¿Es que acaso su padre sabía o conocía algo de su futuro y no fue capaz de decírselo? Debido a la tormenta de cuestionamientos que por esos días azotaba la mente de Reand, decidió tomarse unos días, alejarse a alguna playa lejana y acampar, y así intentar aclarar su mente un poco. Sin embargo había una pregunta que era la que lo asaltaba más que otras… ¿Quién era ella? A la mañana siguiente despertó aturdido y extrañamente en un bosque, sus ropas eran diferentes y no entendía bien que era aquello que sucedía ni el lugar en donde se encontraba. Inició entonces su camino por dicho bosque hasta que alcanzó escuchar gritos de batalla, por lo que decidió guarecerse, sabía bien que este lugar no era el suyo y cualquier enfrentamiento o riesgo sería una completa necedad. Camino con cuidado de no ser descubierto por varios días dentro de aquel bosque. En esos días, topó con un camino, por el cual caminaba una mujer, vestida extrañamente, que sin embargo le inspiró confianza y decidió develar su presencia. La mujer no pareció atemorizarse, pero si guardo cautela. Coincidentemente era una mujer que provenía de la tierra también. Esta lo acogió y llevó casi a escondidas a su casa. Fue recién allí cuando la mujer tuvo a bien explicarle en donde estaban y cual sería su destino de ahora en adelante. Pasaron unos días mientras la mujer lo instruía lo necesario para que Reand pasara como un goreano, o al menos como un bárbaro libre. Lo presentó con su clan, el de los músicos, que como artistas lo acogieron con cariño, Reand era escritor y comprendía bien el nexo, que al parecer universalmente, une a las almas creativas. Unas semanas luego, la mujer que lo había acogido con cariño, tuvo que marchar junto a su clan, sus labores así lo requerían. Reand decidió que viajar con ellos sería un riesgo, para él y para el clan, en el puerto ya lo iban conociendo y pensó que sería más seguro permanecer más tiempo allí. Una mañana mientas echaba un vistazo por el mercado del puerto, conoció a una pequeña esclava, una hembra preciosa y de modales finísimos, no sé dijeron mucho, sólo logró averiguar que ella provenía de tierras lejanas, en medio de una montaña, y que al ser esclavizada, era llamada sharleen. Días después Reand se percató de que no podía quitar de su mente a la pequeña sharleen, un deseo irrefrenable de hacerla suya, lo embargó y como correspondía a su visceral temperamento, tomo algunas cosas y emprendió el viaje en busca de la muchacha. Sabía que alguna ciudad en medio de montañas altas no sería difícil de encontrar. Su travesía en búsqueda de la kajira no fue fácil, inició el camino en sentido contrario, hasta llegar a una hermosa pero dura ciudad llamada Rovere, ciudad que lo dejo deslumbrado, aunque no era del todo hospitalaria decidió permanecer unos días allí averiguando más acerca de la ciudad en medio de las montañas. Alguna información logró recopilar de los discretos ciudadanos de la hermosa Rovere. Tomó entonces un conocido camino que lo llevó hasta la ciudad de Ko-ro-ba, mítica en el viejo planeta. Su corta estadía allí fue más grata y recopiló mayor información, emprendiendo nuevamente el camino hacia las montañas. Una vez más por desconocimiento perdió el rumbo y llegó por casualidad a una ciudad llamada Vonda, en donde casi fue muerto por su Tatrix, una vieja arpía que no toleraba la presencia de forasteros. Reand estuvo a punto de darle muerte una noche, sin embargo no era ese su propósito sino llegar a las montañas ansiadas. Y decidió que ya habría tiempo para su vendetta en un futuro. Pocos días después de continuar su viaje, llegó a una esplendorosa ciudad llamada Thentis, en medio de las montañas, una ciudad que cubría sus cielos con magnificas aves de combate. Su recibimiento en la ciudad fue calurosa, pero cautelosa. Al tercer día de encontrarse en dicha ciudad, sus ojos se llenaron de brillo y su corazón se iluminó, sharleen estaba de rodillas cumpliendo labores de esclava. No supo más que correr hacia ella y saludarla como se saluda a los esclavos. La pequeña muchacha lo recordó y reconoció, pero el entusiasmo duraría poco, cuando la muchacha, contó a Reand que la Primera escriba de la ciudad, compañera libre del primer espada de la ciudad, la había hecho suya unos cuantos días atrás. Reand, sólo sonrió a la muchacha, le deseo lo mejor y marchó esa misma tarde de la ciudad, de regreso a Puerto Victoria.
El camino de regreso fue desolador, y poco importaban los peligros. Unas semanas luego llegó al puerto, a su regreso, fue comunicado de que en una de sus colinas, se había instalado un grupo de terrestres, y que iban creciendo. Su naturaleza curiosa, lo llevaron a dicha colina. Aún recuerda cuando la vio por primera vez, era una muchacha hermosa, con el cabello recogido y ensortijado, de maneras elegantes, aunque bárbara aún. No pasó mucho antes que esa muchacha llevara su collar, desde ese momento sería conocida como mahasti, la kajira más entregada que un libre goreano pudiera haber tenido jamás. Fueron días de dicha, la colina se iba habitando y venían ciudadanos de todo Gor. Reand pasaba sus tardes en compañía de su muchacha, educándola y sintiéndose el libre más orgulloso sobre Gor, gustaba mostrar al resto sus progresos y el pecho se le hinchaba al ver sus servicios y danzas. Poco después llegó a su cadena la delicada narin, una bárbara, hermosa y muy complaciente, que pronto se hizo la gran hermana de mahasti. Muchacha que por mucho tiempo y en silencio, asumió la tarea de mantener vivo el fuego de la vieja fogata que era el pilar de la ahora poblada colina. Con esta dicha llegó también el amor, y Reand conoció a una libre, de la casta de los constructores, casta que él también había adoptado debido a sus talentos y vida apacible en la colina. El cortejo fue largo, pero no por eso menos intenso. Pero pronto la colina se llenó de conflictos, de intereses y muchos de sus habitantes partieron a puerto Kar, Yolanda incluida. Reand no era bien recibido en dicho puerto y sus travesías para poder ir a ver a Yolanda eran por demás arriesgadas. La colina pronto quedó desolada y Reand junto a sus kajirae, emprendieron el camino en búsqueda de un nuevo Home Stone, dicha travesía lo llevó nuevamente a la hermosa Rovere, en donde pasaron una larga temporada, sin embargo nunca logró sentirse en casa. Un día llegó a sus oídos la noticia que al norte muy al norte en la isla de Heriolfr, se construía una fastuosa ciudad, en donde se juntarían gentes que compartían su lengua, así que nuevamente emprendió el camino en búsqueda de una verdadera piedra del hogar. Participo a la par de sus kajirae, activamente, en la construcción de la ciudad, hasta que poco antes de su esperada apertura, una traición se descubrió, y los que compartían su lengua no serían bienvenidos en la ciudad. La suerte estaba echada, se había convertido en un proscrito. Pero el azar y la buena fortuna, nunca abandonaron a Reand, no pasó mucho antes de recibir la invitación de Thentis. Su administración al enterarse de la traición en heriolfr y por influencia de la pequeña sharleen, lo invitaba cordialmente a situarse allá junto a los suyos. Así que una vez más Reand cruzó Gor con dirección a Thentis.
El trabajo en Thentis fue duro y arduo, Reand asumió el papel de esclavista, para adiestrar a buenas muchachas, que sean el orgullo de la ciudad y demás espacios. Allí conoció a karessa, una esclava que pronto pasó a ser parte de su cadena, luego de verse obligado a liberar del collar a la delicada Narin, meses antes. Ahora mahasti tenía una nueva hermana. La fundación del nuevo asentamiento hispano fue duro y trabajoso, y finalmente no logró concretarse, esto llevo a que mahasti y karessa huyeran a otra ciudad, Reand sólo les deseaba lo mejor y no hizo nada en contra de ellas, solo mirar las montañas de Thentis deseando lo mejor para sus pequeñas, que los RRSS las guarden con bien. Mere una bella y diligente muchacha que conoció y estuvo bajo su entrenamiento en Thentis, tuvo que ser trasladada a otra ciudad, y debido al derrumbe del espacio en Thentis, accedió, llevándola en un viaje largo hasta Numantia, donde la dejó como kajira de ciudad. Las cosas en Thentis no daban para más, y la ciudad se percató de esto, y en agradecimiento a sus labores, tuvo a bien obsequiarle a la última esclava hispana que quedaba, sabrina. Nunca olvidará las palabras de la administradora de Thentis cuando le entregó a la muchacha, la ciudad te entrega esta kajira, la más hermosa y obediente de nuestra ciudad, la ciudad entiende que su destino debe ser bajo tu collar, ella sabrá acompañarte, la ciudad te desea un norte seguro esclavista. Esas palabras entraron en su cabeza como un rayo fulminante y nuevamente, las interrogantes. Sabrina ciertamente era una criatura hermosa, su talento con las danzas era asombroso y disfrutaba muchísimo hacerla bailar para él, sin embargo su adiestramiento no estaba del todo listo y aún quedaba en ella algunos rezagos de temperamento terrestre, aunque estaba bastante bien adaptada al nuevo planeta. Es ahora con ella con quien camina errante por Gor. Y por sus caminos junto a ella, sabe detener su mirada por momentos mirándola interrogante, preguntándose si el horizonte que ella ve es el mismo que el aún no alcanza a mirar, cuando suele pasar eso, tiene a bien darle alguna golosina a la kajira, porque de alguna manera y aunque sea una esclava, sabe que debe cuidar de ella, al menos al parecer así está escrito. | |
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