Historia de Reand y Sabrina. Un nuevo comienzo.

Un nuevo comienzo

Cuando su querida ciudad es inexplicablemente destruida, Reand y Sabrina quedan desolados. Todos los interrogantes que se les presentan en torno a tan doloroso acontecimiento, les conducirá por un largo camino de vicisitudes en búsqueda de las respuestas que necesitan.
Estaba claro que la desdicha estaba al acecho ya que la destrucción de su adorada ciudad no había sido el único acontecimiento desafortunado en la pareja, la demora en la llegada del primogénito tanto tiempo después de consolidar su unión preocupaba a ambos, pero sobretodo a Reand, que estaba ansioso por perpetuar su linaje. Él mantenía un prudente silencio sobre el tema ya que era consciente de los problemas de salud que ella había tenido en el pasado, podía estar influyendo en ello.

Sólo después de que la ciudad de Amara quedara desierta, Reand y Sabrina se plantean irse allí, ya que todo se encontraba derruido. Siendo su primer paso ir en busca del Iniciado que había sido fiel guardián de los secretos de Phineas, con la finalidad de saber un poco más acerca del misterio que envolvía la figura del anciano. Lo primera información que consiguieron fue que el hombre de blanco se encontraba en el puerto de Brundisium, y allí se dirigieron.

Antes de salir de Amara, la pareja esconde la mayor parte de la gran herencia de Phineas, con el fin de no exponerla a la desgracia que pudiera acarrear el ensañamiento del destino. Es así que deciden iniciar su viaje como si fueran una pareja de humildes viajeros.

Ya en el puerto de Brundisium la suerte seguía sin sonreírles, pues allí se enteran que el Iniciado había partido con rumbo a las montañas de Sardar. Por lo que se dan cuenta, que su búsqueda no ha hecho más que comenzar.

Después de adquirir las provisiones necesarias para emprender el viaje, se encaminaron por el largo y peligroso camino de Argentum. Conocido por sus caravanas de mercaderes, en especial de esclavas, hecho que a una pareja de libres los exponía considerablemente. Esto los llevó a utilizar su imaginación y astucia en todos los sentidos, haciéndose pasar desde infectados de darcosis, hasta soldados, cosa que, considerando la hermosa y esbelta belleza de Sabrina, no fue fácil de lograr. Pero ella es una mujer lista y con pocos temores, altiva y orgullosa, que jamás mostró miedo. Sin embargo para Reand era difícil sobrellevar esos momentos, tan sólo de imaginar los posibles riesgos que corría su amada compañera libre. Pero jamás mostraron temores ni dudas, a pesar de verse expuestos en más de una ocasión. El destino estaba fijado, y nada los detendría.

En un mundo hostil y peligroso, los aproximadamente 800 passangs que recorre el camino de Argentum, desde el Puerto de Brundisium hasta el cruce con el Camino de los Peregrinos que los llevaría directo a las Sardar, no son poco. Y el cansancio comenzó a hacer mella en la pareja, hubo hambre, sed y cansancio, pero cuando uno de ellos desfallecía, el otro sabía sacar adelante la situación. No pudo ser de otra manera y así, un atardecer al fin lograron divisar en el horizonte las imponentes y rojas montañas de la cordillera del Voltai. Los recuerdos los invadieron, al pensar que unos cuantos días más de camino, rumbo norte, podrían ver a su tan atesorado recuerdo llamado Thentis. Aquella vieja montaña que guarda bajo las alas de sus Tarns, el recuerdo de su amor, aquella que un día cruzó sus caminos inesperadamente y dio inició a toda esta historia.


El Camino de los Peregrinos, es una ruta menos agresiva, ya que es el camino que conduce hasta las Sardar desde el sur, y las caravanas que se encuentran pertenecen a mercaderes, o personas en peregrinación. Esto elevó los ánimos de la pareja, en especial de Sabrina, ya que encontraron a muchos intelectuales de su casta, y gran parte del camino estuvo repleta de interminables charlas y debates. Sin embargo, los no pocos encuentros con Iniciados, hacían salir de lo más profundo de ellos su más honesto desagrado. Pero a pesar de ello, esa mitad del camino, no fue desagradable. Salvo por un par de incidentes sin mayores consecuencias, ambos pasaban los días aprendiendo y enseñando. Ella aprendió mucho sobre comercio, incluso sobre esclavismo, y él, a pesar de sus continúas muecas de disgusto, aprendió sobre leyes e historia, pero en especial, aprendió a quererlas. Hecho que robaba una sonrisa silente a Sabrina.

Una vez llegados a las Sardar se apresuran a buscar y encontrar al Iniciado sin éxito, todo parece indicar que no ha llegado a las montañas y parece que este ha desaparecido sin rastro, perdiendo así, su pista totalmente.

Después de tan largo viaje deciden establecerse provisionalmente en un hermoso paraje a la sombra de las faldas de la montaña, suficientemente cerca de donde se sitúan las ferias de En´Kara, como para que la jornada hasta ella no sea mayor a un día de camino. En este lugar encuentran de nuevo la tranquilidad que necesitaban, a pesar de que esta queda rasgada con la frustración de la búsqueda y espera del Iniciado y el deseo de encontrar una nueva Piedra del Hogar a la que pertenecer y entregarse.

Después de algunos meses de paz y aunque su búsqueda del Iniciado prosigue. Reand y Sabrina encontraron el calor en de una nueva Piedra del Hogar, en medio del mar de Thassa, exactamente en la hermosa isla de Tyros que alberga a la imponente ciudad de Kasra. Pero eso, eso ya es otra historia....