Kevin, Cristian y Yoni Calamity...nacen en la tierra siendo trillizos, su vida acomodada ha hecho que no hayan tenido necesidad de trabajar y pasaban sus dias de fiesta en fiesta...
Cierta noche al salir de una de tantas multitudinarias fiestas a las que estaban acostumbrados a ir, tomaron el unico coche con el que habian salido, montados con cierta graduacion alcoholica en su cuerpo, se encaminaron hacia la casa que compartian con sus padres, las carreteras estaban oscuras, el aire mecia sus cabellos en el Mini descapotable, que papa y mama regalaron para que se divirtieran por su reciente 20 cumpleaños.
Cristian conducia y Yoni iba de copiloto...la musica resonaba en la tranquilidad de la autopista y Kevin algo embriagado reposó su cabeza hacia atrás, parpadeo en repetidas ocasiones no dando credito a lo que veia, dio un grito desgarrador
-Jodeeeeeeer!!! para el coche Cristian.
Cristian frenó en seco, Yoni bajó la musica y miro contrariado a Kevin que con la boca abierta miraba al extraño objeto del cielo que descendia hacia ellos, asustados bajaron de coche, se dispersaron y comenzaron a correr.
Yoni escucho entre la oscuridad del bosque cercano donde trató de ocultarse el grito de su hermano Kevin, asustado se agazapó entre unos matorrales, segundos despues escuchó el grito de Cristian.
Yoni escondió su cabeza entre las piernas tratando de mantener la respiracion y cuando pensaba que habia podido escabullirse de aquel objeto lleno de luces, algo o alguien tapono su nariz y su boca, trató de no respirar, recordaba leyendas de gente que era secuestrada despues de dormirla para quitarle algun organo vital, sin saber muy bien a que se enfrentaba, trató de zafarse en vano, lo que fuera tenia una fuerza descomunal, agotado inhaló lo que el pañuelo contenia...se desvaneció.
Kevin abrió los ojos, miro a su alrededor, no llevaba sus ropas y rodeando su cuello un grueso metal pesado sentia que lo ahogaba, trato de quitarselo, tarea inutil, lo que fuera que le habian puesto en el cuello estaba para no ser quitado, se frotó los ojos con fuerza, miró a ambos lados y sus hermanos yacían junto a el, trato de despertalos, los zarandeó, los llamo a gritos...no recordaba como habia llegado a aquel sitio que le recordaba a una de las peliculas de Steven Spielberg, pensando que todo se trataba de una broma y acompañado de sus hermanos salieron de aquel habitaculo...cuando posaron sus pies desnudos en la suave y fresca hierba pudieron contemplar que aquel objeto que los habia transportado estaba paracticamente destrozado delante de ellos.