La familia de Knox se remonta a su bisabuelo Fhorn, el cual fue un importante comandante Tarnsman de la ciudad de Lydius.
Su hijo Corn y abuelo de Knox destacó por ser el hombre de confianza y mano derecha del Ubar en tiempos de crisis.
El hijo de Corn, Thorn, fue un destacado guerrero valeroso, que se regia por el código del guerrero, el honor y una fe ciega en sus superiores. Su padre, Corn le insistió en la importancia de conocer mundo, y formarse como experimentado guerrero en otra ciudad aliada Kasra, en la isla de Tyros. Y viajó hacia allí. Donde conoció a Yedra, mujer libre y al poco tiempo se unieron.
De esa unión nació Knox, un pequeño, al que Thorn, le vio un futuro prometedor como Casta Roja.
Un buen día, Yedra es asaltada por un grupo de ladrones y vagabundos cuando salió de la ciudad, hacia el puerto, donde se disponía a recibir a un primo, venido de la Isla de Cos. Le roban las ropas, le golpean y huyen sin poder aprovecharse más de ella, ya que una caravana estaba cerca.
La mala suerte reinó ese día, ya que confundieron a Yedra con una kajira que se había escapado (por las pintas que llevaba).
Ella se resiste tanto como le permiten sus débiles músculos, pero no sirvió de nada. Ante tanta rebeldía por su parte, sus rescatadores pasaron a convertirse en sus verdugos, ahí mismo, degollándola y dejando su cuerpo tendido a un lado del camino.
La noticia corre como la pólvora hasta que acaba a oídos de Thorn, el cual, dándose cuenta de lo que había perdido, a la madre de su primogénito, a su compañera de unión, comienza a ver las cosas desde un punto diferente. Pero siempre en un segundo plano, sin dejar que las costumbres Goreanas fueran tapadas por su propio juicio. El código del guerrero, las leyes y el juramento a Tyros, seguía siendo más fuerte que su propio juicio.
Cuando Knox cumplió 22 años, se marchó de peregrinaje a las montañas Sardar, acompañado de su padre, el cual se disponía a adiestrar a su hijo en manejo del gladius, la lanza y el escudo. A comprender y respetar el código del guerrero. A valerse por si mismo, y a tener una segunda opinión de todos los aspectos que le rodeasen.
Se demoraron 2 años en el viaje, más de lo normal, debido al adiestramiento intensivo que le dio.
Esa fue la ultima voluntad de Thorn, antes de morir de una enfermedad, que hacia tiempo le iba consumiendo por dentro.
Knox regresó a Isla de Tyros, donde tenía en mente, convertirse en un gran guerrero, al igual que su padre, su abuelo y su bisabuelo.