Baronesa nació y creció en la grandiosa Turia rodeada de mimos y comodidades, en una familia de comerciantes de vinos. Su padre era el más reconocido productor de vino turiano de la región y abastecía al mismísimo Ubar.
Baronesa tenía una hermana y las dos eran unas niñas mimadas y repelentes aunque bien educadas en el negocio de los familiar por su paciente padre.
Un año la cosecha fue nefasta y su padre no pudo entregar la partida de vino que el Ubar le había encargado y, lo que es peor, pagado. Últimamente el Ubar solía pagarle por anticipado ya que llevaban muchos años haciendo negocios. Al no poder saldar la deuda tuvo que entregar a sus dos hijas como pago para que sirvieran como esclavas. Solo tenían 16 años y el Ubar le regalo una a cada uno de sus hijos.
Baronesa tuvo que partir de su ciudad y vagar con Bandi, el hijo mayor del Ubar, cuando éste fue traicionado por su propio hermano y expulsado de Turia. Pasaron los años y la arrogancia de Baro se tornó total sumisión y devoción por el que era su amo quien, tras largas noches en el exilio junto a ella y tras comprobar que a la vuelta de sus largos viajes Baro siempre estaba esperándolo para cumplir sus deseos, la liberó para convertirla en su compañera de unión.
Fue así como llegaron a la isla de Tyros. Bandi compró todos los viñedos que rodeaban la ciudad de Kasra y se dedicaron a la producción de vino y a su comercialización.
Pronto Baro olvidó sus días de esclava y su arrogancia empezó a asomar de nuevo, tanto con las kajirae como con los libres.
FIN